Fue así como con el esfuerzo mancomunado de la Embajada, el Consulado, el Consejo Consultivo y de todos quienes anónimamente apoyaron, logramos cumplir, el objetivo solidario que significó vivir casi dos años de angustiante espera.
Repuestos de la alegría y la tristeza de las despedidas queremos compartir con ustedes la noticia y la alegría de esta familia que se reencontró con el país luego de ser victimas de la perdida de un ser querido en las condiciones más violentas y destructoras: un femicidio.
Reciban ustedes por nuestro intermedio, el sincero agradecimiento que la abuela Irma dejo para la colonia y nuestras autoridades en Chile.