A partir del terremoto registrado el sábado 27 de febrero, el gobierno uruguayo hizo los ofrecimientos de ayuda el 28 de febrero. El 1ª de marzo se reunió la misión diplomática de Uruguay con el gobierno chileno coordinándose así las primeras cooperaciones con las que nuestro país se haría presente. El 7 de marzo llegó la Unidad Potabilizadora de Agua a Chile y en menos de una semana estuvo instalada por ingenieros y montadores uruguayos en la localidad de Carampague.
Quien coordina la ayuda a Chile del estado uruguayo es el Sistema Nacional de Emergencia en Montevideo, y en Chile la misión diplomática, ambos actúan mancomunadamente.
Esta en curso la puesta en práctica de la ayuda en lo referente a la reconstrucción de redes eléctricas donde vendría desde Uruguay apoyo de UTE para varios rubros de los suministros en zonas siniestradas con los equipos y el personal necesario.
Igualmente en el rubro telecomunicaciones donde técnicos y montadores de ANTEL están dispuestos para el apoyo del restablecimiento del funcionamiento de las centrales y redes de telefonía fija, fibra óptica y telefonía móvil en zonas del siniestro.
Así mismo se realizó el envío de 10 toneladas de corned beef donadas por un frigorífico privado y coordinado por la INAC para apoyar la alimentación de la gente damnificada en el sur, concretamente en la zona de Talca.
CAPITULO APARTE Y MUY IMPORTANTE SON LA ACTIVIDADES SOLIDARIAS DE COMPATRIOTAS INDIVIDUALMENTE O COORDINADAMENTE .
Sabemos de compatriotas profesionales que se ponen a disponibilidad para ir en ayuda y van en condiciones muy precarias, la gente que llego a la Embajada con sus bolsos con víveres, los compatriotas que ayudan a encontrar otros compatriotas en sus zonas, otro que con un camión se va a llevarle víveres a la gente en el sur, otro que en medio del desastre ayuda a levantarse a sus vecinos. Otro que caladamente se fue a un supermercado y resolvió la alimentación de una familia durante una semana.Otro que fue a ver a un compatriota que se enteró vivía cerca y necesitaba ayuda o una palabra de aliento. Hay muchos motivos para estar orgullosos de ser charruas.
Hay muchas anécdotas, dolores y cosas que todos pudimos hacer mejor, pero lo bueno, es lo que hicimos por nuestra gente y por Chile porque ello nos alienta a seguir adelante pues esto no termina aquí y habrá que seguir metiendo el hombro, sin olvidarse que nosotros, como uruguayos, tenemos compatriotas damnificados que aun tienen su futuro incierto, sin casas, sin trabajo o con trabajos zafrales que se terminan ya.
Nosotros como Consejo Consultivo estuvimos lo más cerca de los compatriotas que pudimos conociendo de sus situaciones, facilitando los contactos con instituciones, dando una mano, coordinándonos con los que estaban trabajando y podían hacer un esfuerzo.