La oposición rechaza en forma unánime la idea del Gobierno de establecer el voto consular en 2014. Los principales líderes políticos coinciden en señalar que la izquierda pretende desoír el pronunciamiento de las urnas en las últimas elecciones nacionales, cuando un sistema similar fue rechazado por la mayoría de los ciudadanos.
En los últimos días el Poder Ejecutivo anunció que elevará al Parlamento un proyecto de ley para habilitar que los uruguayos residentes en el exterior puedan sufragar en el consulado de cada país.
El Gobierno aspira a contar con amplias mayorías para aprobar la iniciativa, aunque es conciente de que se trata de un cambio en las reglas de juego electorales, algo que, en general, ha sido siempre muy sensible para los partidos políticos.
La cancillería quiere que la reforma salga adelante a través de un proyecto de ley común y sin necesidad de someterlo luego a un plebiscito, pero esto no es compartido por la oposición, que afirma que se requieren al menos dos tercios de cada cámara.
El senador colorado Pedro Bordaberry declaró a El Espectador que el camino que pretende recorrer el Gobierno no es el adecuado. Recordó que cuando el Frente Amplio intentó establecer el voto epistolar –al que consideró el primo hermano del voto consular– fue acompañado solo por el 38% de los votantes. Criticó duramente al canciller y al subsecretario de Relaciones Exteriores, a los que adjudicó el intento de querer desconocer la voluntad del electorado.
Bordaberry afirmó que desde el gobierno se trata todo el tiempo de modificar las reglas para ajustarlas a su conveniencia.
El senador nacionalista Jorge Larrañana dijo a El Espectador, que la propuesta es inconstitucional, y que no es posible que el Frente Amplio pase por encima del pronunciamiento de la ciudadanía. Agregó que “acaba de ser rechazado un intento plebiscitario para llevar adelante una iniciativa similar” y que no debería intentar por ley “lo que no pudo obtener por vía de reforma constitucional”.
El senador nacionalista manifestó que a pesar de mantener un diálogo fluido con el presidente Mujica, este tema nunca fue abordado entre ambos.
Por su parte, el líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, aseguró que su rechazo no es a la discusión del contenido sino a la forma. Dijo que hay dos aspectos que se han declarado por el subsecretario de Relaciones Exteriores, Roberto Conde, que colinden directamente con decisiones que la ciudadanía ya ha tomado.
Agregó Mieres que se está tratando de “garronear de costado” una decisión que en su momento fue negativa a los intereses del Gobierno y se estaría entrando otra vez en la misma lógica que se pretendió con la ley de caducidad, aquello de: “la ciudadanía me rechaza una idea, y se la meto igual de pesado con la mayoría parlamentaria que tengo”.
No obstante, Mieres se manifestó de acuerdo a dialogar sobre el contenido del proyecto, siempre y cuando la forma de la modificación sea por la vía constitucional y a través de un plebiscito. Fuente El Espectador 25 de Septiembre